Los corales marinos son animales coloniales, salvo excepciones, pertenecientes al filo Cnidaria, clase Anthozoa. Las colonias están formadas por hasta miles de individuos zooides y pueden alcanzar grandes dimensiones.
Aunque los corales pueden atrapar plancton y pequeños peces con las células urticantes en sus tentáculos, la mayoría de los corales obtienen la mayor parte de sus nutrientes de las algas unicelulares fotosintéticas denominadas zooxantela, que viven dentro del tejido del coral. Estos corales requieren de luz solar y crecen en agua clara y poco profunda, arrecifes de coral que se formaron en aguas tropicales y subtropicales, como la enorme Gran Barrera de Coral en Australia y el arrecife Mesoamericano en el mar Caribe. Otros corales, que no tienen una relación simbiótica con algas, pueden vivir en aguas mucho más profundas y en temperaturas mucha más bajas, como las especies del género Lophelia que pueden sobrevivir hasta una profundidad de 3000 metros.
normalmente a profundidades menores de 60 metros. Los corales pueden ser los principales contribuyentes a la estructura física de los
Reproducción sexual
Los corales se reproducen principalmente sexualmente. Alrededor del 25% de los corales hermatípicos (corales pétreos) forman
colonias compuestas de pólipos del mismo sexo (unisexual), mientras que el resto es hermafroditaAmenazas
Los arrecifes de coral están en descenso en el mundo entero. Las principales amenazas localizadas para los ecosistemas coralinos son la extracción de coral, la escorrentía agrícola y urbana, la contaminación de orgánicos e inorgánicos, la sobrepesca, la pesca con explosivos, las enfermedades coralinas y la excavación de canales de acceso a islas y bahías. Las amenazas más amplias incluyen el aumento de la temperatura del mar, la subida del nivel del mar, y el cambio del pH debido a la acidificación de los océanos, todos asociados con las emisiones de gases de efecto invernadero. En 1998, el 16% del total de arrecifes de coral murieron como consecuencia del aumento de la temperatura del mar.Cambios de temperatura del agua de más de 1-2 grados Celsius o cambios de salinidad, pueden diezmar los corales. Bajo tales presiones ambientales, los corales expulsan sus zooxantelas; sin ellos los tejidos del coral revelan el blanco de sus esqueletos, un evento conocido como blanqueo de coral.
Estimaciones globales indican que aproximadamente el 10% del total de los arrecifes de coral está muerto. Alrededor del 60% de los arrecifes coralinos está en riesgo como resultado de actividades humanas. Se estima que la destrucción de los arrecifes coralinos puede llegar al 50% en el año 2030. En respuesta, la mayoría de las naciones establecieron leyes ambientales en un intento de proteger este importante ecosistema marino.
Entre el 40% y el 70% de las algas comunes, transfieren metabolitos lípidosolubles y causan decoloración y muerte entre los corales, particularmente cuando se da una sobrepoblación de algas. Las algas proliferan cuando tienen suficientes nutrientes como resultado de contaminación orgánica, y si la sobrepesca dramáticamente reduce el pastoreo por herbívoros, como el pez loro.
Protección
Los arrecifes de coral pueden ser protegidos de daños antropogénicos si son declarados zonas protegidas, por ejemplo área marina protegida, reserva de la biosfera, parque marino, monumento nacional, patrimonio de la humanidad, gestión de la pesca y protección de hábitat.Muchos gobiernos ahora prohíben la extracción de coral de los arrecifes e informan a los residentes de la costa sobre su protección y su ecología. Aunque medidas locales, como la protección y restauración del hábitat de herbívoros marinos, puede reducir los daños locales, las amenazas globales y más a largo plazo, como la acidificación, el cambio de temperatura y el aumento del nivel del mar, siguen siendo un desafío.