Muchas
personas ni siquiera intentan hacer un bautismo de buceo, cuando le preguntamos
nos responden que tienen problema de oído
alegando que cuando están en la piscina e intentan sumergirse les duelo y por
este motivo no podrían bucear.
Naturalmente la mayor parte no saben
que existen técnicas avanzadas con la que cualquier persona puede equilibrar con facilidad la presión de los oídos,
igualando el oído medio con la presión ambiente. Permitiendo así descender sin sentir ningún incomodo en los oídos.
Nunca digo nunca se debe continuar
con un descenso si estas sintiendo algún incomodo o dolor de oído, pero eso no es motivo para renunciar a tu inmersión
tan deseada. Si no consigues descender, pará y activa una de las técnicas.
Puedes empezar compensando en la
superficie esto ayuda a la mayoría de los principiantes y buceadores, muy importante es no forzar, esta práctica debe ser
ejecutada muy suavemente sin forzar, también se recomienda mascar chicle.
Tambien puedes tensar los
músculos del paladar blando y la garganta mientras empuja la mandíbula hacia adelante y hacia abajo como si comenzara a
bostezar.
En el descenso aumenta la presión ambiental directamente proporcional con la profundidad y por Ley de Boyle- Mariotte ocasiona una disminución del volumen de aire en el oído medio que lleva al cierre de la porción nasofaríngea de la Trompa de Eustaquio, debido no sólo al aumento de la presión en la nasofaringe, sino también a la aspiración provocada por la depresión endotimpánica. De ahí que se hace necesario hacer maniobras de ompensación para poder abrir las trompas y de esta forma equilibrar la diferencia de presiones.
Si no se compensa, la membrana timpánica se deforma hacia adentro, produciendo una sensación de taponamiento primero y un dolor vivo al cabo de unos segundos, que de no resolverse podría llevar a una perforación o rotura timpánica; es decir, un Barotrauma timpánico implosivo.
Esto se puede producir, desde los primeros metros de profundidad, donde como sabemos, son precisamente mayores los cambios proporcionales de presión. Basta haber descendido simplemente a tres metros para estar expuesto a este riesgo.
Para que la maniobra sea eficaz y no traumática, no debemos esperar a que los oídos nos duelan o molesten para empezar a usar las técnicas de apertura, sino que nada más abandonar la superficie, ya debemos compensar y no dejar de hacerlo hasta llegar al fondo, sobre todo durante nuestras primeras inmersiones. Lograda adecuadamente, vemos cómo el tímpano recupera su tensión y morfología normales, apreciándose un tranquilizador silbido (cómo un chasquido).
Con menor frecuencia y con Trompa de Eustaquio normofuncional, puede sufrirse un Barotrauma cuando el conducto auditivo externo tenga una obstrucción (Ej. tapón de cerumen, tapones de goma). En este caso, existe una cavidad aislada del exterior y al aumentar la presión ambiental, lo hace también el oído medio por equilibración a través de la trompa; por tanto, la cavidad aislada se negativizará con respecto a la caja timpánica. Esta depresión origina una succión de la membrana hacia el exterior, pudiendo ocurrir este tipo de lesión, si la depresión es intensa y prolongada en el tiempo.
EN EL ASCENSO
En el
ascenso, disminuye la presión ambiental, pero la misma disminución externa,
provoca la apertura de la trompa, a
través del ostium tubárico, y el exceso de aire en el oído medio es drenado
pasivamente a través de la Trompa de
Eustaquio. Generalmente no se precisa realizar ninguna técnica de compensación.
Si por cualquier causa, se obstruye la trompa, el oído medio tendrá una presión positiva con respecto a la presión en el exterior que va disminuyendo al ascender el buzo, y este puede sufrir un Barotrauma timpánico explosivo (rotura de la membrana timpánica hacia el conducto auditivo externo).
Maniobra de Valsalva
Se trata de la maniobra más utilizada, y fácil de hacer. Si espiramos con la nariz
pinzada y la boca cerrada, forzamos que entre aire en el oído medio a través de
la trompa, con ello, igualamos las
presiones.
La maniobra de
Valsalva debe efectuarse desde el primer momento en que se inicia el descenso,
y tantas veces como se requiera, sin que en ningún momento debamos esperar a
sentir molestias y ni mucho menos, dolor. Si en algún momento sentimos
molestias, debemos ascender un par de metros hasta que éstas desaparezcan e
intentar entonces la compensación. Es mejor no forzar la maniobra mientras
experimentamos molestias, ya que podríamos lesionar el oído. En ocasiones
comprobaremos como uno de los oídos nos compensa antes que el otro, lo cual nos
puede hacer experimentar un leve mareo que es debido precisamente a esa
diferencia momentánea de compensación entre los dos oídos.
La parte delicada de
esta maniobra está en su propia concepción, ya que al tener que soplar con
cierta fuerza para introducir aire a través de la trompa, en caso de esfuerzo
prolongado podemos sufrir diversos trastornos, como puede ser, por
ejemplo, la rotura de la ventana redonda al intentar forzar una
compensación encontrándose la trompa congestionada, o una infección en el oído
medio a serle introducido mucosidad debido a los esfuerzos.
Un aspecto muy
importante es que nunca hemos de efectuar esta maniobra ni ninguna otra que sea
de presurización mientras ascendemos, ya que en ese momento lo que nuestros
oídos necesitan es precisamente reducir presión.
Maniobra
de Frenzel
Esta maniobra consiste en cerrar las
cuerdas vocales, efectuar una inspiración y tratar entonces, con la nariz pinzada,
de forzar la pronunciación de una «K» o un "GU» gutural. Durante la
maniobra se eleva el dorso del tercio posterior de la lengua contra el paladar,
a la vez que la nuez de Adán se eleva y vuelve a descender. Para entrenarse con
esta maniobra, se puede practicar frente a un espejo para comprobar su correcta
ejecución, el fuerzo de presurización puede verse en las partes blandas de la
nariz, a la vez que comprobamos como la nuez sube y baja.
Maniobra de Toynbee
Esta técnica consiste en pinzar la nariz y a
continuación simular el movimiento que hacemos al tragar. En realidad, se trata
más bien de una maniobra de despresurización, ya que con ella se consigue
extraer aire del oído medio, por lo que es especialmente útil en las ocasiones
(muy excepcionales generalmente) en que experimentemos problemas de
compensación durante el ascenso. Por lo tanto, no recomendamos esta técnica
para compensar durante el descenso.
MANIOBRA DE ROYDHOUSE
Noel Roydhouse es un especialista en medicina deportiva de Nueva Zelanda que ha escrito libros muy interesantes sobre el buceo. Describe una técnica similar a la anterior, pero explica mejor como contraer los músculos posteriores de la garganta. Se comienza aprendiendo a contraer el elevador palatino y el tensor palatino, estos levantan el arco del paladar blando hacia la úvula. Para su enseñanza se aconseja ponerse delante de un espejo con la boca abierta comprobando como sube la úvula al contraer los músculos palatinos, cuando se consigue ya está lograda la mitad de la técnica. La segunda parte de la técnica consiste en tensar los músculos de la lengua sintiendo el chasquido de apertura tubárica. Para hacer más efectiva la maniobra se puede echar la mandíbula un poco hacía atrás, como cuando se quiere expulsar el humo de un cigarrillo haciendo aros.
Noel Roydhouse es un especialista en medicina deportiva de Nueva Zelanda que ha escrito libros muy interesantes sobre el buceo. Describe una técnica similar a la anterior, pero explica mejor como contraer los músculos posteriores de la garganta. Se comienza aprendiendo a contraer el elevador palatino y el tensor palatino, estos levantan el arco del paladar blando hacia la úvula. Para su enseñanza se aconseja ponerse delante de un espejo con la boca abierta comprobando como sube la úvula al contraer los músculos palatinos, cuando se consigue ya está lograda la mitad de la técnica. La segunda parte de la técnica consiste en tensar los músculos de la lengua sintiendo el chasquido de apertura tubárica. Para hacer más efectiva la maniobra se puede echar la mandíbula un poco hacía atrás, como cuando se quiere expulsar el humo de un cigarrillo haciendo aros.
MANIOBRA
DE EDMONDS
Carl Edmonds es un autor australiano contemporáneo sobre temas de buceo. Describe una técnica de presurización que combina una maniobra de Valsalva o de Frenzel, que para hacerla más efectiva en la apertura tubárica, aconseja que a la vez se empuje hacia atrás la mandíbula, mientras se flexiona un poco la cabeza.
Carl Edmonds es un autor australiano contemporáneo sobre temas de buceo. Describe una técnica de presurización que combina una maniobra de Valsalva o de Frenzel, que para hacerla más efectiva en la apertura tubárica, aconseja que a la vez se empuje hacia atrás la mandíbula, mientras se flexiona un poco la cabeza.
TÉCNICA DE LOWRY
Técnica que combina una maniobra de presurización con otra de ecualización, la deglución. Su ejecución requiere realizar de forma coordinada una maniobra de presurización en rinofaringe, mientras se tapa la nariz con los dedos, y una deglución al mismo tiempo.
Técnica que combina una maniobra de presurización con otra de ecualización, la deglución. Su ejecución requiere realizar de forma coordinada una maniobra de presurización en rinofaringe, mientras se tapa la nariz con los dedos, y una deglución al mismo tiempo.
EL TIRÓN
Consiste en crear una moderada hiperpresión en la rinofaringe mediante el cierre de las narinas con los dedos, como si se tratase de una maniobra de Valsalva o Frenzel. En ese momento se traga y rápidamente se realiza una inclinación de la cabeza hacia un lado. La tensión creada en los músculos de la garganta hace que esta maniobra sea efectiva.
Consiste en crear una moderada hiperpresión en la rinofaringe mediante el cierre de las narinas con los dedos, como si se tratase de una maniobra de Valsalva o Frenzel. En ese momento se traga y rápidamente se realiza una inclinación de la cabeza hacia un lado. La tensión creada en los músculos de la garganta hace que esta maniobra sea efectiva.
gimnasia para la trompa de eustaquio
Para
complementarlo, este texto es imprescindible, sobre todo para aquellos que
tengan alguna dificultad a la hora
de compensar.
Personalmente
he tenido dificultades enormes para compensar los oidos al principio de mi
formación de submarinista. Me
era imposible bajar más allá de -3m en apnea. Hasta el día en que un maestro
(monitor) del club me dio una
lista de ejercicios destinados a desarrollar la capacidad de abrir
voluntariamente las trompas de Eustaquio.
Un mes después de haber comenzado esta gimnasia, efectuaba una apnea a -20m.
Sin comentarios...
He aquí pues una serie de ejercicios de entrenamiento para la apertura tubárica voluntaria. Es el método más dulce para compensar.
* Quitarse los collares y
todo lo que oprima el cuello.
* Enderezar la cabeza más bien que bajarla.
* Sujetar el hueso hioides con una mano sin apretar demasiado fuerte y ponerse delante de un espejo con el fin de ver la nuez, o tener un espejo en la otra mano (NDLR: El hueso hioides, es el pequeño hueso que está por encima de la nuez).
* Los ejercicios tienen que hacerse preferentemente por la mañana al despertar, en ayunas; observar un descanso de 5 segundos entre los ejercicios.
* La duración de esta gimnasia es de 1 mes, dividida en 4 períodos de una semana.
* Enderezar la cabeza más bien que bajarla.
* Sujetar el hueso hioides con una mano sin apretar demasiado fuerte y ponerse delante de un espejo con el fin de ver la nuez, o tener un espejo en la otra mano (NDLR: El hueso hioides, es el pequeño hueso que está por encima de la nuez).
* Los ejercicios tienen que hacerse preferentemente por la mañana al despertar, en ayunas; observar un descanso de 5 segundos entre los ejercicios.
* La duración de esta gimnasia es de 1 mes, dividida en 4 períodos de una semana.
Ejercicios de la primera semana:
Hacer durante una semana, cada mañana en ayunas, estos ejercicios tres veces, lentamente, observando entre cada ejercicio un descanso de 5 segundos.
A. Ejercicios con la lengua
1. Con la boca muy
abierta, sacar la lengua hacia delante como si quisieramos tocar, con la punta
de la lengua, el mentón.
Después, siempre con la boca muy abierta, meter la lengua lo mas atrás dejando
la punta de la lengua sobre el
suelo de la boca. Empujar para atrás y abajo la base de la lengua. Controlar el
descenso del hueso hioides que
entonces debe ser máximo, así como observar la nuez en el espejo.
2. Con la boca muy abierta, poner la punta de la lengua detrás de los incisivos superiores y, con la punta de la lengua, rascar el paladar hacia atrás, tratando de tocar la úvula (campanilla).
3. Con la boca muy abierta, apoyar la punta de la lengua contra los incisivos inferiores, sacar al máximo la lengua de la boca, siempre con la punta de la lengua aplicada contra los incisivos inferiores.
B. Ejercicios con el velo del paladar
Con la boca muy abierta,
lengua en reposo en la boca, practicar un movimiento de deglución parandose en
el momento de la contracción del velo
(paladar blando). Controlar el descenso del hueso hioides. Este ejercicio, el más importante, estará conseguido
cuando el principio de la deglución provoque una náusea.
C. Ejercicios combinados con
movimientos de la lengua y del velo del paladar
Con la boca muy abierta,
la punta de la lengua apoyada contra los incisivos inferiores, empujando la
base de la lengua hacia abajo y
atrás, practicar un movimiento incompleto de deglución, parándose en la fase de
la contracción del velo. Control de
la eficacia de este ejercicio. El hueso hioides, descendido por el empuje hacia
abajo y atrás de la base de la lengua;
debe descender todavía más por el movimiento incompleto de deglución, detenido en el momento de la contracción del velo.
Ejercicios
de la segunda semana:
A los ejercicios A, B, y C, añadir:
A los ejercicios A, B, y C, añadir:
D. Ejercicios mandibulo - linguo -
vélicos
Boca mediocerrada,
mandíbula inferior proyectada adelante, la extremidad de la lengua reposando
contra los incisivos
inferiores, la lengua sacada lo máximo posible fuera de la boca, hacer un
movimiento incompleto de deglución,
detenido en el momento de la contracción del velo.
E. Ejercicios boca cerrada
Con la boca cerrada,
practicar los ejercicios B, C, y D insistiendo muy particularmente en el
ejercicio B.
Ejercicios de la tercera
semana:
Practicar todos los ejercicios, pero con un ritmo rápido particularmente insistiendo en el ejercicio B, con la boca cerrada.
Practicar todos los ejercicios, pero con un ritmo rápido particularmente insistiendo en el ejercicio B, con la boca cerrada.
Ejercicios
de la cuarta semana:
Hacer los mismos ejercicios, pero con la boca cerrada para A, B, C y D aumentando el número de ejercicios del grupo E, con boca cerrada:
Hacer los mismos ejercicios, pero con la boca cerrada para A, B, C y D aumentando el número de ejercicios del grupo E, con boca cerrada:
* 5
veces los ejercicios C, D y E
* 10 veces el ejercicio B.
* 10 veces el ejercicio B.
Control
de la eficacia
Practicar 2 veces a la semana la maniobra de Valsalva (Soplar fuertemente con la boca cerrada y nariz apretada). Luego efectuar el ejercicio B, con la boca cerrada, y apreciar el número de contracciones del velo necesarias para eliminar la sensación de plenitud de la oreja.
Importante
No bucear
nunca si se está resfriado o se experimenta alergia.
Descender
lentamente y con precaución los diez primeros metros anticipándose a las
molestias con las preceptivas maniobras de compensación. Al primer síntoma de
molestia debemos detenernos inmediatamente y ascender un poco para reintentar
la compensación. Si no es posible compensar no hay que dudar en abandonar la
inmersión para evitar problemas.
Jamás usar
bajo ningún concepto tapones para los oídos.
Evitar el
uso de descongestionantes para los oídos, ya que si bien nos pueden permitir
compensar para descender, es posible que su efecto pueda remitir y
experimentemos problemas durante el ascenso.
Practicar
una compensación de los oídos en los momentos previos a la inmersión.
Hay que
procurar mantener el oído mojado y en contacto con el agua a presión ambiente,
evitando capuchas excesivamente ajustadas que produzcan diferencias de presión
ya en el oído externo.
La permeabilidad de
la trompa varía según cada cual, e incluso en una misma persona, de un día para
otro; por eso, cada buzo debe realizar la maniobra de compensación que le sea
más efectiva en un momento dado y no hay que desanimarse si inicialmente no
compensamos con facilidad. Cómo otras muchas cosas, tanto en el buceo cómo en
el transitar por la Vida, siempre se requiere de conocimientos;
experiencia y sentido común; para saber cuando seguir o cuando parar una
acción, que nos pueda causar problemas a nuestra integridad personal.