El deporte del buceo, que se ha hecho tan popular en todos los países en los últimos años, no está exento de riesgos y uno de ellos es la enfermedad descompresiva.
Como primera medida debemos señalar que los cursos para aprender a bucear deben realizarse en escuelas acreditadas y es importante someterse un examen médico de aptitud, a ser posible con un especialista en medicina subacuática, dado que existen factores patológicos que pueden contraindicar su práctica.
Las inmersiones deben hacerse de forma responsable, asegurándose de que el equipo de primeros auxilios y los números de teléfono de los centros de asistencia estén a mano. Conviene conocer los síntomas y ser capaz de proporcionar los primeros auxilios al buceador afectado.
¿ QUÉ ÉS LA ENFERMEDAD
DESCOMPRESIVA (E.D.) ?
La ED es el resultado de la aparición de burbujas de nitrógeno (u otros gases inertes) en los tejidos del cuerpo como consecuencia de la disminución de presión. El cambiar a un ambiente con menor presión provoca que todos los tejidos del cuerpo empiecen a liberar el nitrógeno que llevan disuelto y que por la disminución de presión (Ley de Henry) ya no pueden retener. Si la cantidad de nitrógeno liberado es excesiva, se formaran burbujas que al entrar en la circulación sanguínea pueden provocar tapones y coágulos. Las obstrucciones que sufren los vasos sanguíneos, principalmente los capilares, impide que los tejidos puedan recibir la sangre y con ella el oxígeno vital. Los tejidos nerviosos son particularmente sensibles a la falta de oxígeno. Dependiendo de cuales sean los tejidos afectados se establecen dos tipos de ED.
¿ QUE TIPOS DE ED EXISTEN
? ¿ EN QUÉ SE DIFERENCIAN ?
La ED tipo I (menos grave) hace referencia a problemas o dolores
musculo-esqueléticos y cutáneos. Mientras que la ED tipo II (más grave) se
refiere a problemas neurológicos, del oído interno y cardiopulmonares. La ED
tipo I no supone un peligro vital, pero la ED tipo II supone una amenaza mortal
y que también puede dejar secuelas graves (parálisis). La ED tipo I y tipo II
puede o no presentarse al mismo tiempo.
¿ CUALES SON LOS SÍNTOMAS
?
El mayor problema para reconocer la ED está en que no tienen porque aparecer todos los síntomas, y algunos de ellos son idénticos a otros problemas no relacionados con la ED.
ED Tipo I (musculoesqueléticos y cutáneos): manchas en la piel, picores, dolores musculares desde una ligera molestia a un dolor más profundo como si fuera un desgarro, y dolores en las articulaciones.
ED Tipo II (neurológicos, cardiopulmonares): vértigo, ahogo, sofocación, trastornos en el habla (dislexia, tartamudez, etc.), problemas de visión (visión doble, disminución del campo visual, ceguera, etc.), adormecimiento, hormigueo, debilidad muscular, parálisis, convulsiones y muerte.
¿SE PUEDE PREVENIR?
La mejor y única prevención es seguir las tablas de descompresión (que para
eso se hicieron), respetando tanto las paradas como la velocidad de ascenso
establecidas en ellas. Pero hay que tener en cuenta que no son seguras al 100%.
También existen una serie de factores que hacen aumentar las probabilidades de
padecer una ED.
¿ CUALES SON LOS FACTORES
DE RIESGO ?
Las tablas de descompresión se hicieron para que el buceador pueda eliminar
el exceso de nitrógeno acumulado en sus tejidos (Ley de Henry)
en el menor tiempo posible sin peligro. Pero si alteramos la forma en que los
tejidos de nuestro cuerpo absorben y eliminan normalmente el nitrógeno,
corremos una mayor probabilidad de sufrir la ED aún habiendo seguido
escrupulosamente las tablas. Estos factores de riesgo son el frío, el alcohol,
la obesidad, la edad, el cansancio, el ejercicio físico durante y posterior a
la inmersión y el consumo excesivo de aire. Para las personas con estos
factores de riesgo lo mejor es no hacer inmersiones que requieran paradas de
descompresión e incluso, todavía mejor, no acercarse a la curva de seguridad,
de lo contrario habrá que establecer las correcciones oportunas en los cálculos
de descompresión.
¿ QUE ES LO QUE NO SE
PUEDE HACER DESPUÉS DE UNA INMERSIÓN ?
En las siguientes dos horas después de finalizada una inmersión es
conveniente no hacer ningún tipo de actividad física. De lo contrario al
activar nuestro metabolismo y aumentar el ritmo cardíaco podríamos provocar un
accidente de descompresión. Menos recomendable es bucear a pulmón después de
hacer escafandrismo. Tampoco se debería viajar en avión, aunque este presurizado, ya que normalmente se presurizan al equivalente a más de 2.000 metros de altura. Normalmente se considera que deben transcurrir 12 horas hasta poder ir en avión, o incluso 24 horas para inmersiones con descompresión o sucesivas.
Por último, tener en cuenta que tampoco hay que subir montañas después de bucear, la disminución de presión sería peligrosa. Esto, sobretodo, es más problemático para aquellos que después de bucear y de camino a casa tiene que cruzar una zona montañosa y algún puerto de montaña.
¿ CON UN ORDENADOR DE
BUCEO PUEDO EVITAR LA E.D. ?
El ordenador es una herramienta utilísima, casi imprescindible, pero no hay
que olvidar que siempre se bucea con la cabeza. Los ordenadores más modernos
hacen múltiples cálculos y realizan las correcciones oportunas, pero no pueden
tener en cuenta todos los factores de riesgo ni lo que haces después de la
inmersión. Además un ordenador siempre se podría averiar en el momento más
inoportuno.
¿ EN QUE MOMENTO SUELE
APARECER LA E.D. ?
Los primeros síntomas podrían aparecer antes de llegar a la superficie, pero
se trataría de un caso muy grave y dada las características del buceo deportivo
muy poco probable. Lo normal es que los primeros síntomas aparezcan después de
finalizada la inmersión y ya en superficie. De los cientos de casos estudiados
por la marina de los EE.UU. , el tiempo que tardan los afectados en sufrir los
primeros síntomas después de finalizar la inmersión es el siguiente: - Un 42% en la primera hora.
- Un 60% en las 3 horas siguientes.
- Un 83% en las 8 horas siguientes.
- Un 98% en las 24 horas siguientes.
Aunque raro, un buceador podría sufrir la E.D. al día siguiente de haber buceado.
¿ CÓMO SE TRATA LA E.D.?
La única terapia es la recompresión. Trasladar inmediatamente al buceador
afectado a una cámara hiperbárica con personal medico capacitado. Solamente si
el paciente sufre otros problemas más graves (Por ejemplo: heridas graves
causadas por animales peligrosos, neumotorax, etc) se podría demorar el
traslado a la cámara hiperbárica. Al recomprimir al afectado se consigue
reducir el tamaño de las burbujas, de forma que aquellas que están taponando
las arterias dejen de hacerlo o que esas obstrucciones afecten al menor número
de tejidos, permitiendo llegar la sangre a la mayor cantidad de células. Hasta
que llegue a la cámara hiperbárica, durante el traslado, el afectado debe
permanecer acostado y respirar oxígeno medicinal al 100%. Como la ED produce
una disminución del plasma sanguíneo es conveniente darle de beber líquidos
(excepto bebidas gaseosas). Si el traslado se efectúa por avión o en
helicóptero, éste no debería de volar a más de 300 metros de altura, ya que la
disminución de la presión atmosférica conforme aumenta la altitud agravaría la
situación del paciente. No debe administrase ninguna droga para aliviar el
dolor, ya que esto dificultaria su posterior examen médico para el tratamiento
correcto en la cámara hiperbárica.
¿ BUCEAR CON NITROX EVITA LA E.D. ?
Con el Nitrox
NO se evita la ED, pero al utilizar mezclas hiperóxicas con menos nitrógeno,
hace que la cantidad de nitrógeno absorbido por nuestro cuerpo sea menor y por
tanto reduce el riesgo de ED pero no lo elimina completamente.
¿ QUÉ SON LAS BURBUJAS
SILENCIOSAS ?
Con la aparición de las técnicas Doppler que permiten detectar burbujas que
pasan por el corazón, se descubrió que muchas veces al finalizar una inmersión
en la que se respetaban los parametros de las tablas, aparecían burbujas en el
sistema circulatorio de los buceadores aunque éstas no representaban ningún
síntoma o problema. A esas microburbujas que por su tamaño y cantidad no
suponen ningún peligro para el buceador se les denominan burbujas silenciosas.