Hoy en día vemos a buceadores que
son unos coleccionadores de tarjetas de cursos de buceo y piensan que las
tarjetas demuestran que es el mejor.
La mayoría por desconocimiento y
también porque muchos centros de buceo se empeñan solo en vender mismo que el
curso para este buceador sea inútil, lo importante para estos centros es hacer
dinero “Vender y Vender”, son autenticas fabricas de formación.
Vemos a buceadores que son
verdaderos cientistas saben toda la teoría y en el agua un desastre, otros a
cambio bucean muy bien mas no le preguntes nada pues no sabrá responderte. Otros
son de segundo nivel o más avanzado y no controla su flotabilidad, otros bucean
a profundidades que no está permitida para su nivel o simplemente no respetan
las reglas del buceo poniendo en riesgo su vida o la vida de sus compañeros. Esto
demuestra un total desequilibrio en la formación.
Los centros & instructores más
serios y responsables ya trabajan de otra forma tienen la opinión que con un
equilibrio correcto entre formación, practica y entrenamiento ganan más
confianza de sus clientes, estos tienen una formación más adecuada conforme sus
necesidades tornándose buceadores más seguros de sí mismo y más preparados.
Por lo tanto con la formación
adecuada asentamos unos conocimientos y unas bases que tendremos que
desarrollar nosotros mismos con la práctica. De nada sirve hacer un centenar de
cursos uno detrás de otro sin bucear y practicar continuamente donde
encontraras diferentes situaciones, como corrientes, mala visibilidad, frio,
profundidad etc. Buceando en diferentes entornos practicaras tus habilidades,
te enfrentaras con situaciones nuevas y en estos momentos será cuando lo
aprendido lo pondrás en práctica y estas experiencias serán las que harán
avanzar el alumno y tornarse un buen buceador.
Carlos Campaña