Por: Juan José Sáez
Aunque en el ámbito profesional y de
los grandes aficionados a la fotografía submarina cualquier época es buena para
practicar esta especialidad, la proximidad del verano suele ser una buena
excusa para iniciarse en este mundo o mejorar nuestra técnica. Y para ello,
nada mejor que tomar buena nota de los diez consejos elaborados por Juan José
Sáez, un auténtico experto en la materia, que abordan desde el equipo necesario
hasta los detalles fotográficos a tener en cuenta al sumergirnos.
1.
Preparar
un equipo nuevo
Lo primero que hay que hacer tras adquirir una carcasa estanca es realizar
una inmersión con ella vacía, pulsando todos sus botones y activando todas sus
palancas. Una vez verificada su estanqueidad, vía libre para introducir el
equipo y empezar a trabajar. Aunque circula por ahí la idea de que hay que
llenar la carcasa de papel higiénico al hacer la primera prueba de
estanqueidad, con esto sólo conseguiremos dejar la caja repleta de restos de
celulosa. Algo que, obviamente, no es nada aconsejable.
2.
La
importancia de la luz y los flashes
Si en la superficie la luz es el elemento esencial
para la fotografía, bajo el agua esta premisa cobra más sentido, pues debido a
la absorción y dispersión de la misma los colores se van perdiendo. Desde los
tres metros, el color rojo se torna pardo, y se pierden los naranjas y
amarillos. A partir de 15 metros, el paisaje es azul y verde. Por tanto, la
utilización de flashes externos es imprescindible para plasmar todo el
cromatismo del fondo.
Aun así, la distancia de alcance del flash también es limitada, con lo que
a la hora de la verdad sólo lo que está a menos de tres metros de distancia
(dependiendo de la visibilidad del agua) aparecerá iluminado en la fotografía.
3.
Objetivo
luminoso y sensibilidad baja
Bajo el agua la luz escasea. Un objetivo
muy luminoso es un buen punto de partida para capturar buenas fotos, puesto que
tener que subir la sensibilidad para compensar la falta de luz generará un
ruido que se verá muy acentuado por las dominantes azules. Procuraremos
trabajar siempre con valores de 100 o 200 ISO para maximizar la calidad.
4.
Macro
La macrofotografía es muy
"agradecida" en esta disciplina. La menor distancia con el sujeto
redunda en una toma más limpia y en colores más vivos, ya que hay menos agua de
por medio y la luz de nuestros flashes llega al motivo fotografiado sin
problemas. Además, la densidad del agua y las partículas en suspensión actúan
como un freno para la luz, con lo que nos acercaremos siempre todo lo que
podamos a la escena.
5.
Trabajar
en RAW
Siempre que nuestra cámara nos lo
permita, no dudaremos en tomar las fotos en formato RAW. Bajo el agua, las
condiciones de luz cambian continuamente según ganamos profundidad y con
relación a la posición del Sol. Por otro lado, el tiempo de inmersión es
limitado, por lo que es mejor aprovechar hasta el último segundo en componer y
buscar imágenes o repetir una toma y dejar la edición para más tarde, delante
del ordenador. Disparando en este formato las posibilidades de posproducción se
multiplican.
6.
Aproximación
y plano de la imagen
Para
acercarse a la mayoría de la fauna submarina hay que hacerlo muy despacio y por
debajo. Y mejor con el equipo ya encarado, pues cualquier movimiento brusco
puede hacer que el animal huya. También es importante no tapar su vía de escape
si está en una grieta y aprovechar el acercamiento para realizar algún disparo
de prueba y comprobar si los flashes están bien colocados.
Respecto al encuadre, es mejor evitar fotografiar a
los animales planos, por arriba o desde atrás. La toma un poco más baja y
angulada resaltará el volumen y el azul del mar. Las tomas verticales de abajo
arriba darán una idea de la profundidad a la que estamos, que es uno de los
aspectos a transmitir.
7. Los filtros correctores de color
Puesto que el alcance de la luz bajo el
agua es limitado, en ocasiones es interesante usar filtros correctores de color
(rojo anaranjado para aguas azules y magenta para aguas verdes) con el fin de
conseguir unos tonos que, de otra manera, serían monocromos. Hay que tener en
cuenta, eso sí, que el uso de estos filtros es incompatible con el disparo
simultáneo de flashes.
8. Mantenimiento de la carcasa
Todas las cajas estancas llevan
juntas tóricas que garantizan su sellado. El mantenimiento es muy sencillo y
consiste básicamente en asegurarse de que la junta esté lubricada. Una pequeña
cantidad de grasa de silicona - equivalente a uno o dos granos de arroz,
dependiendo del tamaño- será más que suficiente para que la junta quede
perfecta.
Esta acción debe realizarse cada dos o tres
inmersiones, y antes de cerrar la carcasa hay que verificar que en la junta
tórica no hay restos de suciedad adherida. Sacar la junta de su alojamiento
para engrasarla tampoco es una buena idea, puesto que tarde o temprano acabaría
por dilatarse, con el consiguiente riesgo de inundación del equipo.
9. Flotabilidad
Es fundamental tener
un buen control de la flotabilidad para conseguir quedarse estático en el
momento de fotografiar. Hay que tener en cuenta que no es nada aconsejable
apoyarse para sacar las fotos. Además de que el medio marino es muy vulnerable
y un coral que dañemos tardaría cientos de años en recuperarse, también podemos
tener problemas con animales camuflados que pueden resultar peligrosos. Ni que
decir tiene que cambiar las cosas de sitio para mejorar la composición de la
foto tampoco es procedente. Y es que ninguna foto es más importante que el
medio donde se realiza.
Todas las carcasas disponen de algún
sistema para poder asegurarlas a una de las anillas del chaleco de buceo
mediante extensores específicos o incluso directamente a la muñeca. Estos
métodos son una buena manera de no perder el equipo debido a una corriente
marina o al subir al barco tras la inmersión.
Sin embargo, hay que tener presente que, si estamos
fotografiando animales grandes y rápidos, como tiburones o delfines, este
sistema puede ser peligroso. En estas circunstancias, el equipo debe de ir
solamente sujeto por nuestras manos, puesto que si el animal lo atrapara por
cualquier motivo y se alejara con él, tendríamos que poder soltarlo
inmediatamente. Hay que tener muy claro antes de sumergirse que nuestra
seguridad está por delante del equipo o de la mejor foto que podamos hacer.