martes, 17 de marzo de 2015

Fauna marina de Canarias



La fauna marina que vive en las Islas Canarias se halla en íntima relación con la situación geográfica respecto a los continentes de África y Europa. Se caracteriza por ser variada y rica en especies, pero con escasos endemismos. Esto es consecuencia de un conjunto de factores geográficos  y ambientales que permiten el asentamiento de especies originales pero no endémicas de la región.
Las características del mar que rodea a las Islas son: el paso de la Corriente del Golfo, la existencia de grandes profundidades entre las Islas y la escasez de plataformas submarinas de gran extensión.  Estos factores contribuyen a seleccionar las especies que pueden vivir en esta agua.
La existencia de zonas protegidas y expuestas, fondos rocosos y arenosos, pequeñas y grandes profundidades, corrientes locales, temperaturas del agua variable y otros factores, hacen que tanto la fauna como la flora marina (algas) sean muy ricas. Se dan cita en las Islas, especies que abundan en aguas frías del Atlántico Norte (influencia paleártica), especies de aguas templadas (influencia tropical), o bien animales que viven en las costas orientales de América, especialmente en zonas del mar Caribe y Golfo de México.

COMPOSICIÓN FAUNÍSTICA
                Dentro de la fauna marina destacan por el número, abundancia y tamaño los siguientes grupos: Peces, Moluscos (con o sin concha), Artrópodos (diferentes tipos de cangrejos, langostas, camarones, etc.) y Cnidarios (aguas vivas, corales, anémonas). Son también abundantes los Anélidos (gusanos marinos) y Equinodermos (erizos, estrellas y holoturias). Existen también Quelonios (Tortugas) y unas 26 especies de Mamíferos marinos (cachalotes, delfines o toninas, calderones, etc.).

Espongiarios
        Constituyen el grupo de las esponjas. Son frecuentes en zonas poco iluminadas, tapizando paredes inclinadas de cuevas y fisuras. Son muy llamativas por sus vivos colores: rojo intenso, morado, amarillo, etc.



Cnidarios
       Incluye a las aguas vivas, muy conocidas en nuestras costas (en
aguas peninsulares se les conoce con el nombre de medusa), ya que sus células urticantes suelen causar fuertes dolores a los bañistas. Las anémonas y ortigas tapizan con frecuencia los bajos fondos. Los corales y gorgonías se arrancan a veces de las zonas más profundas con las artes de pesca.


Anélidos
            El grupo de los anélidos marinos o gusanos de mar, posee varias especies que viven en fondos arenosos. La mayoría de ellas son
poco conocidas vulgarmente, dado su tamaño y costumbres. Entre las más populares están las ‘miñoticas’ que se emplean como carnada y se recogen en los lugares con arenas o fangosos durante las horas de bajamar.



Equinodermos
            Agrupan a los erizos de mar, las estrellas de mar y las holoturias (conocidas vulgarmente como pepinos de mar), con varias especies entre las cuales hay algunas comestibles, como los erizos de colores vivos. El erizo negro o cachero y el erizo de lima se emplean con frecuencia como engodo o carnada para un arte de pesca llamado en las Islas ‘pandorga’. Estas especies, debido a su proliferación, son las causantes de los conocidos ‘blanquizales’, ya que han dejado grandes extensiones de fondo desprovistas de algas y empobrecidas. También es muy conocido el erizo de fondo o erizo espadado por sus largas púas y su intenso color negro-azulado.


Moluscos

            Pertenecen a ellos especies de gran interés económico tales como los pulpos, calamares, chocos y potas, encuadradas todas ellas en el grupo de los Cefalópodos. Los Gasterópodos (moluscos con una sola concha) está muy distribuidos en las zonas de mareas y entre ellos hay diversas especies comestibles. Destacan las lapas, las cuales ya formaban parte de la dieta de los guanches, y aún mantienen un gran interés en la gastronomía de las Islas. Las especies de lapa negra (Patella candei crenata) y la lapa blanca (Patella ulyssiponensis aspera) son las más apreciadas. Los burgados también constituyen otro de los gasterópodos que han llamado la atención de la gastronomía isleña, gracias a su exquisito sabor. El método de recolección es a mano en la zona de mareas durante la bajamar.

Los lamelibranquios (con dos conchas) 
son menos frecuentes y, por lo general, no se recogen en cantidades apreciables, salvo en el caso de los mejillones, abundantes en el litoral occidental de Fuerteventura. Existen berberechos, almejas, ostras y ostriones, además de numerosas especies de tamaño reducido (limas, venus, etc.).


Artrópodos (con patas articuladas)

            Son muy conocidos los cangrejos y jacas, en especial el cangrejo blanco, muy apreciado como marisco, y el cangrejo moro, utilizado como carnada en las pescas de caña.
Dentro de este grupo existen más de 20 especies, en las que se incluyen la langosta africana, de antenas largas, y la langosta criolla, con antenas cortas y aplastadas. Las gambas y especies semejantes se pescan en las nasas a grandes profundidades (de 300 a 400 metros).
Reptiles
            Tan sólo una tortuga marina, la especie Caretta caretta,
conocida como la tortuga boba, se ve aún con relativa frecuencia en algunas zonas costeras, donde son atrapadas por las artes de pesca. Aunque estos animales están declarados en vías de extinción y, por tanto, dignos de toda protección, es corriente ver su venta o su cacería en algunos sitios.
Mamíferos

            Algunos mamíferos como los delfines, toninas o las ballenas pilotos, se ven formando grupos en las cercanías de nuestras costas. Otros animales de características parecidas, más raros, arriban al litoral canario en ocasiones (calderones, cachalotes y orcas). Es digna de mención la antigua existencia de lobos de mar que, por su abundancia, dieron nombre al islote de Lobos, situado al norte de Fuerteventura.
Peces
            La fauna ictiológica (peces) existente en Canarias, es muy rica tanto en especies de altura (pelágicas), que viven alejadas de la costa y del fondo, como en las que viven ligadas a los fondos marinos (bentónicas).
Diversos elasmobranquios (tiburones y rayas)  se pescan con frecuencia. Entre los tiburones están la jaqueta, el janequín, el pez martillo y la sarda, todos de gran tamaño. Dentro de los más pequeños se incluyen los cazones y la gata, de los cuales se obtiene los tollos.
En los fondos arenosos son frecuentes varias especies de rayas. Son muy conocidas el chucho, el torpedo y el angelote. En mares abiertos viven las mantas.
Entre los peces de altura, son los Túnidos los que tiene mayor interés para las industrias conserveras de las Islas. Podemos citar la tuna, el patudo, el rabil, el barrilete y el bonito. En general, a todos los de mayor tamaño se les denomina albacoras. Para su captura se utilizan como cebos las caballas, chicharros, sardinas, sueldes y bogas.  A otras familias pertenecen el pez espada y el peto, que tiene una técnica especial de pesca con arpón en las islas de La Gomera y El Hierro.
Muchas especies de litoral se conocen por pescarse con redes, cañas, nasas y otras artes. Son frecuentes los sargos, viejas, salemas, galanas, palometas y, entre los Serránidos, las cabrillas, meros y abadejos. Otros peces más pequeños tienen un variado colorido. Entre ellos, los pejes verdes y las castañetas o fulas son las más abundantes. Las morenas, muriones y bogavantes también son frecuentes en todo el litoral rocoso.
ZONAS Y FAUNA MARINA
            El mar se encuentra poblado desde la superficie hasta las mayores profundidades. A pesar de su aparente homogeneidad, existen condiciones ambientales diversas relacionadas con la profundidad, distancia a la costa, etc., por lo que se divide en dominios, provincias y zonas.
Considerando la relación de los organismos con el fondo, se distinguen: el dominio Bentónico, que corresponde a la zona de mar próxima al fondo, aunque difiere en profundidad, y el dominio Pelágico, que comprende el resto de la masa de agua distante el fondo. El medio Bentónico se divide, en las Islas, en tres zonas principales, atendiendo a su profundidad: Infralitoral (de 0 a 50 metros de profundidad), Circalitoral (de 50 a 200 metros de profundidad) y Batial (de 200 a 3.000 metros de profundidad.
Teniendo en cuenta la distancia de la costa, el mar se divide en provincia litoral y provincia oceánica. La provincia litoral va desde la línea de costa hasta unos 200 metros de profundidad, mientras que la provincia oceánica coincide con la denominada ‘alta mar’.