No siempre los buceadores tenemos
la posibilidad de contar con nuestro equipo autónomo para explorar el océano.
La interacción con especies como las ballenas, delfines son más sencillas sin
el uso de nuestro equipo de buceo. Por este motivo os vamos a comentar
brevemente algunos aspectos importantes que un buceador debe conocer para
realizar una apnea de manera correcta.
Como mamíferos que somos, tenemos
una serie de adaptaciones fisiológicas que se producen en cuanto sumergimos
nuestra cara en el agua. Automáticamente se reduce el consumo de oxígeno
activando una serie de mecanismos denominados reflejo de inmersión. Estas
adaptaciones pasan por la reducción del ritmo cardiaco hasta un 50%. También se
reduce la circulación sanguínea hacia las extremidades y este mismo proceso
permite que todo el flujo se concentre en el corazón, pulmones y cerebro. Por
último el bazo, cuando está sometido a presión, se contrae y libra más glóbulos
rojos al torrente sanguíneo.
Qué produce las ganas de respirar?
Existe la creencia que le reflejo de respirar se
produce ante la falta de oxigeno, pero nada más lejos de la realidad. Lo que
ocurre es que mientras mantenemos la respiración la liberación de CO2 se
detiene temporalmente, lo que resulta en una acumulación de CO2 en las células,
la sangre y los pulmones. Al mismo tiempo este dióxido de carbono comienza a
irritar el centro respiratorio del cerebro hasta el punto en que una persona ya
no es capaz de aguantar la respiración. Con el entrenamiento podemos llegar a
extender mucho los tiempos de apnea, adquiriendo mayor tolerancia a los niveles
altos de CO2.
Si queremos mejorar el tiempo que aguantamos sin
respirar, será necesario en primer lugar ejercitar nuestra manera de respirar.
Una correcta respiración nos facilitará la concentración mental, la
descentración muscular y la relajación del cuerpo mente. Podéis buscar
información y ejercicios sobre la respiración yóguica que es la más completa y
recomendada para los practicantes de la apnea.
En segundo lugar, deberemos practicar en seco,
por ejemplo paseando. Existen en internet tablas de entrenamiento de la apnea
dinámica en seco, que en general consisten en ir aumentando de manera
progresiva los tiempos que somos capaces de aguantar la respiración.
Por último, practicar en el agua. Antes de
comenzar la apnea debemos ventilar es decir inspirar y expirar de forma
completa y profunda, lo que permitirá que nuestro organismo que se oxigene. En
la última inspiración cogeremos todo el aire posible, para comenzar nuestra
inmersión con un golpe de riñón.
Una vez dentro del agua hay que intentar que el
gasto energético y el gasto de oxígeno sea siempre el mínimo, con movimientos
suaves y continuos, y por supuesto llevar los plomos adecuados para estar
nivelados.
Te dejamos este vídeo para que veas como debes
realizar las ventilaciones de forma correcta.