El agua es el componente más abundante de nuestro organismo,
suponiendo casi el 70% del peso de un adulto de complexión normal. El agua
participa en casi todos los procesos vitales de nuestro cuerpo, reacciones
químicas, fenómenos de transmisión del calor, etc. En la regulación
neuro-endocrina de nuestro organismo participan también las sales.
Prácticamente todas las membranas celulares son permeables a ambos componentes,
así que tanto la falta de agua como de sales puede repercutir en un deterioro
de nuestra salud.
La deshidratación
es considerada como la perdida excesiva de agua y sales minerales de nuestro
cuerpo. Puede producirse por estar en una situación de mucho calor (sobre todo
si hay mucha humedad), ejercicio intenso, falta de bebida o una combinación de
estos factores.
La deshidratación
en el buceador puede producir algunos riegos y complicaciones durante y después
del buceo. Entre los principales riesgos se encuentran la narcosis de nitrógeno y los calambres, además aumenta el riesgo de
los problemas de descompresión.
La deshidratación es un cuadro clínico debido a la pérdida
de agua y sales por parte del organismo, con la consiguiente disminución del
volumen de líquidos extracelulares y de la sangre (Gran Diccionario Médico Ed.
Publicaciones Controladas S.A.). Nuestro cuerpo tiene una serie de alarmas para
indicarnos que perdemos agua. La más importante es el mecanismo reflejo
denominado sed. Es importante indicar que su efecto es retardado y aparece
cuando se ha perdido ya entre el 1 y 2 % del agua total. Una pérdida de agua de
un 2% reduce nuestra capacidad física en un 20% y las pérdidas de sales a su
vez, reducen nuestro rendimiento muscular. Además la reducción del volumen de
plasma sanguíneo contribuye a ralentizar la absorción de nitrógeno tras la
inmersión, pudiendo dar lugar a un problema de enfermedad descompresiva.
La deshidratación,
como ya lo mencionamos, aumenta la posibilidad de sufrir calambres
mientras se bucea, los calambres de pierna a menudo se dan en la pantorrilla,
tendón y cuadriceps. La duración del tendón varía de menos de un minuto a
varios minutos en ocasiones.
Hay tres cosas específicas del
buceo que aumentan la deshidratación: la sudoración, la diuresis de la
inmersión (aumento de la producción de orina) y el respirar aire comprimido.
El traje de buceo te mantiene caliente durante la inmersión y evita que te enfríes fácilmente. De hecho, durante la inmersión generamos sudor y, por tanto, perdemos líquido. Aunque el mayor riesgo es tenerlo puesto y cerrado en un ambiente caluroso mucho tiempo antes de meternos en el agua.
Durante la inmersión, el aumento de la presión ambiental y el efecto refrigerante de la temperatura del agua provocan una vasoconstricción en las extremidades, desviando la sangre hacia el centro del cuerpo (corazón, pulmones y grandes vasos sanguíneos internos), en un esfuerzo para mantener el calor. Este aumento del volumen de sangre en nuestro interior es considerado por nuestro organismo como una sobrecarga de líquidos. Como reacción a ello, los riñones producen más orina (lo que, nuevamente, significa más pérdida de agua y sales). Esto es la razón por la cual los buceadores sienten la necesidad de orinar durante o inmediatamente después de la inmersión, lo que se conoce como la diuresis de la inmersión. Aunque podría pensarse que se orina mucho porque estás bien hidratado, en realidad significa que estás perdiendo excesivo líquido.
El traje de buceo te mantiene caliente durante la inmersión y evita que te enfríes fácilmente. De hecho, durante la inmersión generamos sudor y, por tanto, perdemos líquido. Aunque el mayor riesgo es tenerlo puesto y cerrado en un ambiente caluroso mucho tiempo antes de meternos en el agua.
Durante la inmersión, el aumento de la presión ambiental y el efecto refrigerante de la temperatura del agua provocan una vasoconstricción en las extremidades, desviando la sangre hacia el centro del cuerpo (corazón, pulmones y grandes vasos sanguíneos internos), en un esfuerzo para mantener el calor. Este aumento del volumen de sangre en nuestro interior es considerado por nuestro organismo como una sobrecarga de líquidos. Como reacción a ello, los riñones producen más orina (lo que, nuevamente, significa más pérdida de agua y sales). Esto es la razón por la cual los buceadores sienten la necesidad de orinar durante o inmediatamente después de la inmersión, lo que se conoce como la diuresis de la inmersión. Aunque podría pensarse que se orina mucho porque estás bien hidratado, en realidad significa que estás perdiendo excesivo líquido.
Otra causa de la pérdida de
líquidos durante el buceo es el aire que respiramos. El aire de las botellas es
seco y perdemos más líquido al tener que humedecerlo con nuestro aparato
respiratorio. Si, además, debido a la temperatura más fría del agua, los
pulmones tienen un trabajo extra para calentar el aire, entonces estamos
incrementando esta pérdida de humedad.
Los síntomas pueden incluir
dolores de cabeza, similares a los experimentados durante una resaca, un repentino
episodio de nieve visual, disminución de la presión sanguínea, vértigo y
desvanecimiento al ponerse de pie debido a una hipotensión ortostática. Si no
se trata puede dar como resultados delirios, inconsciencia y en casos extremos
la muerte.Los síntomas son perceptibles después de haber perdido un 2% del volumen de agua. inicialmente, aparece la sed y el malestar, posiblemente acompañado de pérdida de apetito y piel seca. Los atletas pueden sufrir una pérdida que aumenta en un 30%, aparece rubor, se pierde resistencia, aumenta el pulso, aumenta la temperatura corporal, y rápidamente aparece la fatiga.
En casos menores de deshidratación los síntomas incluyen sed, disminución del volumen de la orina, volviéndose ésta más oscura de lo normal, cansancio sin motivo aparente, escasez de lágrimas al llorar, dolor de cabeza, boca seca, vértigos al ponerse de pie, debido a una hipotensión ortostática.
Para evitar la deshidratación se debe beber
agua o bebidas isotónicas como la limonada
alcalina. No es muy
recomendable beber bebidas muy azucaradas, como las de cola. Es conveniente
beber antes de tener sed, si la bebida “entra bien” es que el cuerpo necesita
agua. La sed
no aparece hasta que se ha perdido un 1% o 1,5% del agua del cuerpo.