viernes, 19 de diciembre de 2014

LA DESHIDRATACIÓN EN EL BUCEO



El agua es el componente más abundante de nuestro organismo, suponiendo casi el 70% del peso de un adulto de complexión normal. El agua participa en casi todos los procesos vitales de nuestro cuerpo, reacciones químicas, fenómenos de transmisión del calor, etc. En la regulación neuro-endocrina de nuestro organismo participan también las sales. Prácticamente todas las membranas celulares son permeables a ambos componentes, así que tanto la falta de agua como de sales puede repercutir en un deterioro de nuestra salud.


La deshidratación es considerada como la perdida excesiva de agua y sales minerales de nuestro cuerpo. Puede producirse por estar en una situación de mucho calor (sobre todo si hay mucha humedad), ejercicio intenso, falta de bebida o una combinación de estos factores.
La deshidratación en el buceador puede producir algunos riegos y complicaciones durante y después del buceo. Entre los principales riesgos se encuentran la narcosis de nitrógeno y los calambres, además aumenta el riesgo de los problemas de descompresión.
La deshidratación es un cuadro clínico debido a la pérdida de agua y sales por parte del organismo, con la consiguiente disminución del volumen de líquidos extracelulares y de la sangre (Gran Diccionario Médico Ed. Publicaciones Controladas S.A.). Nuestro cuerpo tiene una serie de alarmas para indicarnos que perdemos agua. La más importante es el mecanismo reflejo denominado sed. Es importante indicar que su efecto es retardado y aparece cuando se ha perdido ya entre el 1 y 2 % del agua total. Una pérdida de agua de un 2% reduce nuestra capacidad física en un 20% y las pérdidas de sales a su vez, reducen nuestro rendimiento muscular. Además la reducción del volumen de plasma sanguíneo contribuye a ralentizar la absorción de nitrógeno tras la inmersión, pudiendo dar lugar a un problema de enfermedad descompresiva.
La deshidratación, como ya lo mencionamos, aumenta la posibilidad de sufrir calambres mientras se bucea, los calambres de pierna a menudo se dan en la pantorrilla, tendón y cuadriceps. La duración del tendón varía de menos de un minuto a varios minutos en ocasiones.
Hay tres cosas específicas del buceo que aumentan la deshidratación: la sudoración, la diuresis de la inmersión (aumento de la producción de orina) y el respirar aire comprimido.

El traje de buceo te mantiene caliente durante la inmersión y evita que te enfríes fácilmente. De hecho, durante la inmersión generamos sudor y, por tanto, perdemos líquido. Aunque el mayor riesgo es tenerlo puesto y cerrado en un ambiente caluroso mucho tiempo antes de meternos en el agua.

Durante la inmersión, el aumento de la presión ambiental y el efecto refrigerante de la temperatura del agua provocan una vasoconstricción en las extremidades, desviando la sangre hacia el centro del cuerpo (corazón, pulmones y grandes vasos sanguíneos internos), en un esfuerzo para mantener el calor. Este aumento del volumen de sangre en nuestro interior es considerado por nuestro organismo como una sobrecarga de líquidos. Como reacción a ello, los riñones producen más orina (lo que, nuevamente, significa más pérdida de agua y sales). Esto es la razón por la cual los buceadores sienten la necesidad de orinar durante o inmediatamente después de la inmersión, lo que se conoce como la diuresis de la inmersión. Aunque podría pensarse que se orina mucho porque estás bien hidratado, en realidad significa que estás perdiendo excesivo líquido.
Otra causa de la pérdida de líquidos durante el buceo es el aire que respiramos. El aire de las botellas es seco y perdemos más líquido al tener que humedecerlo con nuestro aparato respiratorio. Si, además, debido a la temperatura más fría del agua, los pulmones tienen un trabajo extra para calentar el aire, entonces estamos incrementando esta pérdida de humedad.
Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, similares a los experimentados durante una resaca, un repentino episodio de nieve visual, disminución de la presión sanguínea, vértigo y desvanecimiento al ponerse de pie debido a una hipotensión ortostática. Si no se trata puede dar como resultados delirios, inconsciencia y en casos extremos la muerte.
Los síntomas son perceptibles después de haber perdido un 2% del volumen de agua. inicialmente, aparece la sed y el malestar, posiblemente acompañado de pérdida de apetito y piel seca. Los atletas pueden sufrir una pérdida que aumenta en un 30%, aparece rubor, se pierde resistencia, aumenta el pulso, aumenta la temperatura corporal, y rápidamente aparece la fatiga.
En casos menores de deshidratación los síntomas incluyen sed, disminución del volumen de la orina, volviéndose ésta más oscura de lo normal, cansancio sin motivo aparente, escasez de lágrimas al llorar, dolor de cabeza, boca seca, vértigos al ponerse de pie, debido a una hipotensión ortostática.
Para evitar la deshidratación se debe beber agua o bebidas isotónicas como la limonada alcalina. No es muy recomendable beber bebidas muy azucaradas, como las de cola. Es conveniente beber antes de tener sed, si la bebida “entra bien” es que el cuerpo necesita agua. La sed no aparece hasta que se ha perdido un 1% o 1,5% del agua del cuerpo.