Las ventajas de una buena flotabilidad hace con que los
buceos se tornen más fáciles y cómodos, con menos esfuerzo, menos cansancio, un
consumo de aire mucho menor y con menos lastre.
Es una técnica de buceo que exige entrenamiento constante por
que a cada días descubres como mejorar tu posicionamiento en el agua, mantener
el cuerpo horizontalmente, con una profundidad neutra controlada, nos notaremos
menos fatigados y que nuestro consumo de
aire disminuye.
Factores que
influyen en la flotabilidad
Antes de calcular
la cantidad de lastre ideal es importante que tengas en cuenta el grosor del
traje, este afecta de forma importante, mientras más grueso más flotabilidad.
Si el traje está nuevo flotará más que un traje con unas cuantas inmersiones.
El chaleco también desplaza agua, un chaleco sencillo no es igual a un tope de línea, aunque la diferencia no sea demasiada. Un chaleco tipo jacket flota un poco distinto a un chaleco tipo alas bajo el agua.
Las botas pueden influir en tu posición bajo el agua, botas de 3 mm no son lo mismo que botas de 6 mm.
Hoy en día hay aletas positivas, negativas y neutras. Cada una de ellas tiene su uso. Por ejemplo, para penetraciones de barcos hundidos muchos buzos usan aletas positivas, las cuales ayudan a mantener los pies arriba evitando levantar sedimento; algunos fotógrafos submarinos usan aletas negativas para fondos arenosos a fin de poder “pivotear” sobre ellas mientras toman fotos.
Una flotabilidad perfecta empieza por un lastrado correcto. Es un error muy común ponernos kilos de más para no irnos hacia arriba sin querer. En realidad lo que provoca es que tengamos que hinchar el chaleco en exceso para no irnos hacia abajo como si fuéramos un bloque de hormigón. O lo que es peor, que nos pasemos la inmersión aleteando sin parar, gastando aire, cansándonos, asustando a los peces con nuestros movimientos… Aunque parezca mentira, es totalmente contraproducente llevar lastre de más porque, además, los mínimos cambios de cota hacen que el aire que sobra en el chaleco se expanda o se contraiga… Y nos obliga a ir corrigiendo continuamente. Un horror. Ponte el lastre justo que necesitas para poder sumergirte o, lo que es mejor aún, el que te permita estar a tres metros con flotabilidad neutra y sólo 50 bares de presión en la botella.
El chaleco también desplaza agua, un chaleco sencillo no es igual a un tope de línea, aunque la diferencia no sea demasiada. Un chaleco tipo jacket flota un poco distinto a un chaleco tipo alas bajo el agua.
Las botas pueden influir en tu posición bajo el agua, botas de 3 mm no son lo mismo que botas de 6 mm.
Hoy en día hay aletas positivas, negativas y neutras. Cada una de ellas tiene su uso. Por ejemplo, para penetraciones de barcos hundidos muchos buzos usan aletas positivas, las cuales ayudan a mantener los pies arriba evitando levantar sedimento; algunos fotógrafos submarinos usan aletas negativas para fondos arenosos a fin de poder “pivotear” sobre ellas mientras toman fotos.
Una flotabilidad perfecta empieza por un lastrado correcto. Es un error muy común ponernos kilos de más para no irnos hacia arriba sin querer. En realidad lo que provoca es que tengamos que hinchar el chaleco en exceso para no irnos hacia abajo como si fuéramos un bloque de hormigón. O lo que es peor, que nos pasemos la inmersión aleteando sin parar, gastando aire, cansándonos, asustando a los peces con nuestros movimientos… Aunque parezca mentira, es totalmente contraproducente llevar lastre de más porque, además, los mínimos cambios de cota hacen que el aire que sobra en el chaleco se expanda o se contraiga… Y nos obliga a ir corrigiendo continuamente. Un horror. Ponte el lastre justo que necesitas para poder sumergirte o, lo que es mejor aún, el que te permita estar a tres metros con flotabilidad neutra y sólo 50 bares de presión en la botella.
Para comprobar si tienes el lastre correcto,
vacía el jacket del todo (del todo es del todo), no muevas ni un músculo (y
menos aún las piernas o los brazos), exhala el aire de tus pulmones. Si te
hundes, ese lastre es suficiente y no necesitas ni un gramo más. Ponte el
mínimo lastre que te permita hacer esto. Recuerda, es muy importante, el
mínimo.
La respiración es un factor clave que aprenderemos a medida que ganemos experiencia.
Controlando nuestra respiración podemos ascender y descender bajo el agua, los
pulmones son nuestro compensador natural. Expandiendo y contrayendo nuestros
pulmones podemos modificar nuestra flotabilidad cómo lo haría un lastre de
medio kilo o un kilogramo aproximadamente.
Podemos citar otras ventajas
de la buena flotabilidad que envuelven el entorno del buceador.
1. Menor riesgo de enganchar o
raspar el equipo en el fondo con esto protegemos nuestro equipo.
2. Menos riesgo de
herirse o dañar corales, plantas o organismos principalmente con las aletas.
3. Menos perdida de
calor ya que nuestros movimientos serán mínimos evitando así cambios
desnecesarios de agua en nuestro traje.
4. Menos posibilidad
de levantar sedimentos del fondo, dañando o matando organismos filtradores y perjudicando
la visibilidad del buceo.
5. Evitaras dolores lumbares,
frecuentes por el exceso de peso en los buceos.
6. Menos probabilidad
de perder el cinturón ya que con menos plomos este se ajusta mejor a la
hebilla.
7. No sentirás la
necesidad de usas las manos ya que controlas tu flotabilidad.
8. Preservaras mucho más
la vida marina ya que evitaras el contacto.
9. Un buceo más
confortable.
10. Sacaras fotos y vídeos con mucho más calidad ya que controlas perfectamente tu flotabilidad.
11. Tendrás una
eficacia mucho mayor en los buceos de Pecios, buceos profundos, navegación y
corrientes marinas.
12. Bucearas con mayor
seguridad y tranquilidad.
13. Tendrás una mayor
facilidad en mantener una profundidad constante.
14. Tu respiración
será más tranquila y relajada disminuyendo tu consumo de aire.
15. Puedes desenvolver
eficazmente otras actividades en el buceo como la Fotografía y vídeo.