sábado, 8 de noviembre de 2014

Cómo reducir nuestro consumo de aire al bucear



Más aire equivale a más tiempo de fondo, más tiempo de fondo equivale a más diversión. Ésta es la razón suficiente para poner en práctica los siguientes consejos para conseguir el máximo partido de cada botella de aire. Pero hay otros motivos: una mayor reserva implica mayor seguridad en caso de emergencia, por ejemplo, o el hecho de nunca tener que finalizar una inmersión antes de tiempo por habernos quedado sin aire.
Nadie quiere ser el primero en dar la señal, con el pulgar hacia arriba para finalizar la inmersión, es por eso que, en ocasiones, ha usado parte de la reserva rezando para que al retornar a la superficie el Dive Master no lo descubra.

Lo que NO debe hacerse

Mucha gente cree que si hace pequeñas apneas con su regulador estará disminuyendo su consumo de aire. Esto de ninguna manera es así, no sólo no se ahorra aire sino que además es peligroso. En primer lugar estará aumentando considerablemente el nivel de dióxido de carbono en sus pulmones. En segundo lugar estará corriendo el riesgo de una sobredistensión pulmonar ya que, con la costumbre, las apneas serán más prolongadas y si hubiera una variación en la profundidad el pulmón no estará compensado.
Por otro lado luego de un tiempo de apnea, prolongado o no, la persona suele hiperventilar para limpiar el dióxido de carbono a nivel pulmonar, gastando de esta manera el aire que se ahorró por no respirar normalmente. Si tiene un regulador en la boca, respire. El secreto está en cómo respirar. A continuación le damos unos consejos que le servirán para ahorrar aire en sus próximos buceos.
Cuando empiezas a bucear una de las mayores obsesiones es tratar de gastar la menor cantidad de aire posible en cada inmersión. Es normal que los buceadores más novatos estén preocupados por estar bajo el agua lo máximo posible para no obligar a su compañero con más experiencia a subir con 120 bares. Aunque es más común esta obsesión en los Open Water, también hay buceadores con muchas inmersiones que buscan optimizar el gasto de aire cada vez que se sumergen. Sigue estos siete consejos y conseguirás mantenerte bajo el agua cada vez más tiempo.

Mejora la posición de tu cuerpo

Si avanzas en posición horizontal opondrás menor resistencia al agua y el ejercicio que tendrás que realizar para desplazarte será menor.

Elige bien tu lastre

Si coges más peso del que te conviene tendrás que hacer más esfuerzo para mantener una buena flotabilidad y gastarás más aire. Lo habitual es utilizar el 10% de tu peso como lastre, pero lo mejor es que experimentes con diferentes pesos y configuraciones, prueba a ponértelo en el chaleco y en el cinturón… bucea con diferentes cargas y quédate con la que estés más cómodo y seas más ágil.

Utiliza un regulador con el que te sientas cómodo

Contar con un buen regulador con el que respires fácilmente y con el que no tienes que esforzarte para obtener el aire te mantendrá más relajado y, por tanto, consumirás menos. Además, recuerda mantener tanto el octopus como el manómetro pegados a tu cuerpo, ejercerán menor resistencia al agua y tendrás que aletear con menos fuerza para moverte.

Respira lenta y profundamente

Es importante que expulses de tus pulmones todo el aire posible en cada exhalación para que entre en tus pulmones aire nuevo, para ello es básico que respires lenta y profundamente. Así estarás mucho más relajado, tus músculos y cerebro se nutrirán mejor y tendrás mejor predisposición para disfrutar de la inmersión.

Bucea

Parece obvio pero muchos submarinistas novatos nadan más que bucean, utilizando sus brazos para desplazarse. Utiliza las aletas y guarda tus brazos bajo el pecho o abdomen, ahorrarás aire.

Relájate

Este es el factor más importante para consumir menos aire. Aunque es difícil en las primeras inmersiones, el tiempo y la experiencia te permitirán relajarte cada vez más y verás cómo el consumo de aire es cada vez menor. Si disfrutas del buceo acabarás por relajarte.

No te obsesiones con el consumo de aire

Como los corredores que están mirando su reloj cada 2 minutos para revisar sus pulsaciones hace que su ritmo cardiaco sea cada vez mayor, si estás constantemente mirando el manómetro para ver lo rápido que consumes el aire acabarás con él enseguida y no disfrutarás de la inmersión. Si dejas de obsesionarte con el aire que consumes te relajarás, respirarás más profunda y lentamente, tus músculos y cerebro estarán mejor regados de oxígeno, adoptarás una posición más cómoda para bucear y acabarás pasando más tiempo bajo el agua. Mira el manómetro, pero ten en cuenta que estás buceando para ver el entorno, no el medidor de la presión.
No te preocupes por si pasas menos tiempo del que te gustaría o por si tu compañero tiene que subir con la botella medio llena. Nadie nació sabiendo bucear y todos nos “bebíamos” la botella en las primeras inmersiones. Ten paciencia, relájate y disfruta respirando bajo el agua, eres un privilegiado.