viernes, 14 de noviembre de 2014

Mejora tu flotabilidad



Consigue una correcta flotabilidad

Un buen punto para empezar es con un chaleco adecuado puesto que los diferentes modelos proporcionan diferente cantidad de elevación. Los buceadores en agua fría llevan trajes húmedos distintos y más lastre que los buceadores en aguas tropicales. y los chalecos deben ser adecuados a la actividad.
Llevar la cantidad correcta de lastre es esencial para alcanzar el nivel de superestrella de la flotabilidad. Cuando estás lastrado adecuadamente y aguantas una respiración normal, debes flotar a la altura de los ojos. Entonces serás capaz de hundirte lentamente bajo la superficie con los pies primero cuando te relajes y exhales completamente, asegurándote de que has vaciado todo el aire del chaleco así como el de tus pulmones. Si estás usando una botella de buceo llena cuando haces esta comprobación, añade 2,5kg/5lbs para compensar el gas respirable que consumas mientras buceas. Este tipo de ejercicios de dominio de la flotabilidad son la base para bucear con facilidad.
Toma nota de la palabra “lentamente”. Si te hundes como una piedra es que estás llevando demasiado lastre. Por otra parte, si tanto tú como el chaleco habéis expulsado el gas completamente y todavía tienes la cabeza fuera del agua, prueba a añadir algún kilo.
Ajusta tu lastre según el traje que lleves y el lugar donde bucees. El tipo de traje seco o traje húmedo que uses, afectará a tu flotabilidad, y todo el mundo flota más en agua salada que en agua dulce.
Ponte horizontal en cuanto puedas. Una vez bajo el agua, comenzarás descendiendo más rápidamente a medida que el agua comprima tu traje húmedo, reduciendo la flotabilidad. Para contrarrestar este fenómeno, cambia tu posición por la de natación tan pronto como te encuentres bajo el agua completamente. Añade pequeñas cantidades de gas al chaleco para descender más despacio y llegar cerca del fondo con flotabilidad neutra.
Recuerda que tu botella de buceo se irá aligerando durante la inmersión por tanto asegúrate de que desciendes fácilmente. Si tienes que pelearte para descender, es probable que te cueste esfuerzo mantenerte bajo el agua al final de la inmersión y será difícil realizar la parada de seguridad si tienes demasiada flotabilidad.
Llevar demasiado lastre puede resultar tan agotador como llevar demasiado poco. Si estás añadiendo constantemente gas al chaleco para mantenerte separado del fondo, y debes vaciarlo cuando te mueves a una zona un poco menos profunda, probablemente estés sobrelastrado. En una inmersión multinivel debes ser capaz de moverte entre profundidades mayores y menores con facilidad, sin efectuar ajustes drásticos.
añade y vacía gas del chaleco en pequeñas cantidades, utilizando breves pulsaciones del hinchador o pequeñas descargas de la válvula de vaciado. A continuación relájate y respira normalmente a la vez que utilizas una referencia estable bajo el agua para ver si estás ascendiendo o descendiendo antes de hacer más ajustes. Una pequeña cantidad de gas en cualquier sentido puede resultar una gran diferencia.
Para un ajuste fino más sutil, intenta utilizar el control de la respiración antes de recurrir al hinchador del chaleco. Descubrirás que puedes ajustar tu flotabilidad simplemente haciendo una inspiración profunda o exhalando. De hecho, cuando estés con flotabilidad neutra, notarás que te elevas y desciendes levemente con cada respiración; esto es normal y natural. Recuerda, sin embargo, que nunca debes aguantar la respiración
Procura dedicar una o dos inmersiones a dominar las técnicas de flotabilidad. El resultado vale la pena, te verás recompensado con un mejor consumo de gas, más confianza y más energía. De igual manera que mantienes el coche entre las líneas de la calzada, el lograr la flotabilidad neutra llega a ser un hábito automático que sucede sin esfuerzo una vez que te has habituado a ello.