Consigue una correcta flotabilidad
Un buen punto para empezar es con un chaleco adecuado
puesto que los diferentes modelos proporcionan diferente cantidad de elevación.
Los buceadores en agua fría llevan trajes húmedos distintos y más lastre
que los buceadores en aguas tropicales. y los chalecos deben ser
adecuados a la actividad.
Llevar la cantidad correcta de lastre es
esencial para alcanzar el nivel de superestrella de la flotabilidad. Cuando
estás lastrado adecuadamente y aguantas una respiración normal, debes flotar a
la altura de los ojos. Entonces serás capaz de hundirte lentamente bajo la
superficie con los pies primero cuando te relajes y exhales completamente,
asegurándote de que has vaciado todo el aire del chaleco así como el
de tus pulmones. Si estás usando una botella de buceo llena cuando
haces esta comprobación, añade 2,5kg/5lbs para compensar el gas respirable que
consumas mientras buceas. Este tipo de ejercicios de dominio de la
flotabilidad son la base para bucear con facilidad.
Toma nota de la palabra “lentamente”. Si te
hundes como una piedra es que estás llevando demasiado lastre. Por otra
parte, si tanto tú como el chaleco habéis expulsado el gas
completamente y todavía tienes la cabeza fuera del agua, prueba a añadir algún
kilo.
Ajusta tu lastre según el traje
que lleves y el lugar donde bucees. El tipo de traje seco o traje
húmedo que uses, afectará a tu flotabilidad, y todo el mundo flota más en
agua salada que en agua dulce.
Ponte horizontal en cuanto puedas. Una vez
bajo el agua, comenzarás descendiendo más rápidamente a medida que el agua
comprima tu traje húmedo, reduciendo la flotabilidad. Para contrarrestar este
fenómeno, cambia tu posición por la de natación tan pronto como te encuentres
bajo el agua completamente. Añade pequeñas cantidades de gas al chaleco para
descender más despacio y llegar cerca del fondo con flotabilidad neutra.
Recuerda que tu botella de buceo se
irá aligerando durante la inmersión por tanto asegúrate de que desciendes
fácilmente. Si tienes que pelearte para descender, es probable que te cueste
esfuerzo mantenerte bajo el agua al final de la inmersión y será difícil
realizar la parada de seguridad si tienes demasiada flotabilidad.
Llevar demasiado lastre puede
resultar tan agotador como llevar demasiado poco. Si estás añadiendo
constantemente gas al chaleco para mantenerte separado del fondo, y
debes vaciarlo cuando te mueves a una zona un poco menos profunda,
probablemente estés sobrelastrado. En una inmersión multinivel debes
ser capaz de moverte entre profundidades mayores y menores con facilidad, sin
efectuar ajustes drásticos.
añade y vacía gas del chaleco en
pequeñas cantidades, utilizando breves pulsaciones del hinchador o pequeñas
descargas de la válvula de vaciado. A continuación relájate y respira
normalmente a la vez que utilizas una referencia estable bajo el agua para ver
si estás ascendiendo o descendiendo antes de hacer más ajustes. Una pequeña
cantidad de gas en cualquier sentido puede resultar una gran diferencia.
Para un ajuste fino más sutil, intenta
utilizar el control de la respiración antes de recurrir al hinchador del chaleco.
Descubrirás que puedes ajustar tu flotabilidad simplemente haciendo una
inspiración profunda o exhalando. De hecho, cuando estés con flotabilidad
neutra, notarás que te elevas y desciendes levemente con cada respiración; esto
es normal y natural. Recuerda, sin embargo, que nunca debes aguantar la
respiración
Procura dedicar una o dos inmersiones a
dominar las técnicas de flotabilidad. El resultado vale la pena, te verás
recompensado con un mejor consumo de gas, más confianza y más energía. De igual
manera que mantienes el coche entre las líneas de la calzada, el lograr la
flotabilidad neutra llega a ser un hábito automático que sucede sin esfuerzo
una vez que te has habituado a ello.